domingo, 21 de diciembre de 2014

Entre el "on" y el "off" line banking; ¿por cual optamos?

Seguro que a la mayoría de la comunidad estudiantil le llama la atención todo lo relacionado con las tecnologías de información y comunicación. ¿Qué ha ocurrido entonces con la aparición de la banca online? La curiosidad sobre esta novedad en el mundo financiero abarca a más segmentos de la sociedad y no solo a nosotros como estudiantes. Lo destacable en este tipo de banca son las grandes ventajas que ofrecen al principio. Un ejemplo es el ahorro en las comisiones y demás gastos bancarios, que suponen un importante desembolso cada año, alrededor de 100€, lo cual da lugar a la oferta de cuentas corrientes sin comisiones ni gastos asociados, independientemente de las nóminas o recibos domiciliados en la entidad.

Una de las protagonistas de estas entidades “comisión 0”, son las bancas virtuales que permiten la apertura de una cuenta, la petición de una tarjeta o incluso la realización de una transferencia de forma totalmente gratuita o con gastos notamente reducidos.
 
Varios bancos online surgieron últimamente y crearon una verdadera revolución entre los consumidores, por ejemplo ING Direct, cuya reciente expansión es notoria y que ofrece diversas facilidades  a sus clientes. Destaca la oferta de un ahorro del 3% en la reposición de  carburante, así como la posibilidad de retirar efectivo en cajeros 4B y Euro 6000 sin estar sujeto a comisiones. Por otra parte, Deutsche Bank también ofrece servicios similares a sus clientes, que no desembolsan el pago de comisiones para su cuenta Nómina y que tienen la posibilidad de contratar un pack de seguros gratis. Otros bancos online similares son: Oficina directa, Open bank, Banca electrónica de Abanca, etc. Del mismo modo, destacamos, la Nómina de Bankinter, que a pesar de cobrar 30€ por la tarjeta de débito, ofrece una rentabilidad  del 5% de TAE,  el primer año y un 2%  el segundo. (1)

El tremendo acceso a internet, disponible hoy en día desde el propio hogar o cualquier otra ubicación, propició la modernización de la banca tradicional y la aparición de la banca electrónica. Esto fue difundiéndose cada vez más por la comodidad que se dispone consultando los saldos, haciendo transferencias, contrataciones de depósitos, incluso operando en bolsa.
 
El impacto que supuso  la aparición de esta modalidad de banca sobre la tradicional, ha llevado a ésta a adoptar ciertas estrategias ante la recién originada competencia. En muchos casos la banca tradicional ha optado por la adquisición de entidades online de reducido tamaño o por la creación de  filiales online. Cabe mencionar en este último caso, eOpenbank del Banco Santander, Uno-e del BBVA o Activobank (Banco Sabadell).

La mayor ventaja de estos bancos online es poder retener a  sus clientes, según muestran los estudios, que manifiestan un elevadísimo nivel de satisfacción con los servicios recibidos, así como la política informativa, cobro de comisión etc. En este sentido, los bancos mejor valorados (ver tabla a continuación) son, por orden de preferencia: Evo Bank, ING Direct, Barclays y Bankinter, y el aspecto más valorado por los usuarios es la posibilidad de realizar cualquier tipo de operaciónlas 24 horas al día, sin estar limitados a ninguna franja horaria o tener que esperar y hacer colas.
 

En cuanto a la satisfacción de los consumidores con los bancos tradicionales, se manifiesta en los obsequios que entregan como bienvenida y el interés que cobran por las hipotecas, y según varios estudios, la clasificación de estos bancos por orden de preferencia es: Santander, BBVA  y Banco Mare Nostrum. En relación al interés de las hipotecas, Barclays es el banco que obtiene la nota más alta (2).

Desde mi punto de vista, antes de hacerse cliente de una entidad online, es necesario analizar detalladamente las diferentes opciones que proporciona el mercado, y tener claro aspectos importantes tales como: comisiones, transferencias, y el coste asociado a estas. Otros aspectos importantes, son los productos ofrecidos por estos bancos, la rentabilidad que le propone, si va a suscribir una cuenta de ahorro o un depósito. Asimismo se deben evaluar rendimientos que ofrecen otras entidades, cuando se trata de inversiones, y también qué requisitos se deben de cumplir. El nuevo usuario debe estudiar sus necesidades y sus expectativas, y evaluar si coinciden con la estructura de la entidad requerida. Igualmente, puede ser de provecho prestar atención al grado de solvencia de la banca candidata de elección, a través de las agencias de rating y calificación (3).
 
La debilidad de estas entidades, como cualquier empresa de servicio, siempre ha sido el miedo del cliente al riesgo que percibe, ya que no tenía claro que en un banco online puede asegurar su dinero. El mayor reto al que se enfrenta la banca online es el de reducir la incertidumbre del cliente potencial, proporcionándole cada vez más información y seguridad. Han salido a la prensa muchas noticias relacionadas con los fraudes de este tipo de bancas, promesas incumplidas, y demás problemas ilícitos. (4)

Desde una perspectiva personal, opino que no hay marcha atrás y que este tipo de entidades financieras seguirán operando cada vez con más éxito, ya que el cambio provocado por las nuevas tecnologías de información y comunicación afectó a todos los sectores, entre ellos al  financiero, a pesar de la dificultad de adaptación de la sociedad actual. Sin embargo, queda para estas entidades online el reto de demostrar su viabilidad, aportar más garantías, y  lo más importante, poder ganar la confianza de consumidores de nuevo. ¿Podrán lograrlo?

Djamila Daoudi Epse Mebdoua
 

lunes, 15 de diciembre de 2014

Rentingbilízate!


Fai un par de anos, cando estaba inmerso na procura dun vehículo atopeime cun concepto que, ata ese momento, non o escoitara nin nos filmes. Era o renting, ese anglicismo que logo non parei de escoitar e incluso estudar na universidade.

Agora, por todos é coñecido esta fórmula de financiamento, pero máis que nunca neste contexto de crise económica a sociedade en xeral, e as empresas en particular, teñen que buscar alternativas financeiras e parece que, no caso empresarial, o arrendamento operativo ou renting está a ser unha boa solución.

Un dato: segundo a AER (Asociación Española de Renting), no primeiro semestre de 2014 o renting no canle de empresas representou un 31,18% do total desta [2]. Nos últimos anos, o sector do renting non se veu inmune ao mal ciclo económico que estamos atravesando. A súa facturación dende que hai datos dispoñibles non parou de medrar ata o ano 2009, ano récord cunha facturación de 4.771,33 millóns de €. A partir dese ano, comezou a caer como consecuencia da crise económica alcanzando o seu mínimo histórico no 2013 cuns ingresos de 3.556,15 millóns de €.

Mais nestes dous últimos anos, semella que o arrendamento operativo está a coller folgos, pois podemos apreciar que a súa facturación a pesar de decrecer, faino máis moderadamente; e as compañías de renting, nestes dous últimos exercicios, están a aumentar o seu investimento en compra de vehículos, tras 5 anos de caídas consecutivas (agás no 2011), sendo o incremento do primeiro semestre de 2014 dun 17,07%. Ademais, o número de matriculacións deste tipo de contrato tamén aumentou un 17,58% no primeiro semestre do presente ano con respecto ao mesmo período do exercicio anterior, situándose en 82.845 unidades [2].

Fonte: Elaboración propia a partir de datos das Memorias Anuais de
2007 a 2011 da Asociación Española de Renting
Se analizamos a flota de vehículos en renting segundo o tipo de cliente, é a grande empresa á que se “leva a palma”, cunha cota do 68% no 2013, seguido moi de lonxe polas PEMES cun 25%. Xa cunha participación moito menor  sitúanse as Administracións Públicas (5%) e as persoas físicas (2%). É de destacar, que a PEME é das máis prexudicadas pola crise, todo o contrario que as grandes empresas que están superando máximos históricos.

Pero, qué pode estar levando ás sociedades, especialmente as grandes empresas, a utilizar este instrumento financeiro? Vamos a tentar dar unhas posibles razóns do porqué se pode estar a adoptar este tipo de contratos, tendo moi presente que cada empresa é un mundo .

O que pode estar a provocar este aumento é que as grandes empresas, especialmente as cotizadas, están tratando de “alixeirar” o seu balance para que os analistas e inversores vexan esta conta máis “saneada” e os ratios financeiros, como os de solvencia e liquidez, sexan mellores. Isto débese a que esta operación é contabilizada como gasto, polo que vai á conta de Perdas e Ganancias e non ao Balance da sociedade, e nestes tempos esta última conta está a ser mirada con lupa polos inversores e analistas. Ademais, ao non ser un activo non o temos que amortizar, polo que tamén se pode ver beneficiada a tesouraría da empresa ao non ter que dotar o importe da amortización.

Tamén, algunhas empresas intensivas en vehículos, como pode ser o caso de Montelnor e Monbus Renting, suscribiron este tipo de arrendamento [3]. A frota destas empresas representa un importante gasto nas súas partidas contables e debe estar “actualizada”; non debemos esquecer que os novos vehículos consumen menos e, dende un punto de vista de marketing, forman parte da imaxe que a empresa quere transmitir.

Outra razón pode derivar de que a compra dun automóbil leva consigo un desembolso inicial importante e a meirande parte das empresas non teñen uns fluxos de caixa especialmente boiantes. O renting non require de tal desembolso, tan só da cota de arrendamento mensual.

Por último, e moi importante, as cotas de arrendamento son fiscalmente deducibles, tanto do IRPF como do imposto de Sociedades, o que é un aliciente máis para “rentingbilizármonos”.

Se ben é certo que estas vantaxes fiscais xa estaban vixentes antes da crise, agora neste contexto de crise económico-financeira cobran vital importancia, pois estas deducións poden mellorar o cash-flow da sociedade, que tantos quebradeiros de cabeza está a supor para moitos directivos e xerentes empresariais.

O renting xa non só na vida profesional senón tamén na persoal debémolo ter en conta á hora de planificar as nosas finanzas. Pero por qué? En primeiro lugar, como dixemos, non require dun desembolso inicial e pagas unhas cotas que xa tes pactadas de antemán. En segundo lugar, o arrendamento operativo inclúe os gastos de reparación e mantemento do vehículo coa vantaxe de que en calquera destas situacións, o noso importe a desembolsar é a cota mensual, esquecéndonos, por exemplo, de imprevistos que poden deixarnos o peto baleiro, como a rotura do turbo que pode custar ao redor de 1.500€ [4]. Para finalizar, outro dos motivos é, que como particular, podemos desgravar a cota do IRPF. En caso de que adquirísemos o elemento de transporte non teriamos dereito a tal dedución.

Persoalmente, estou vendo o renting como unha vía para dispoñer dun vehículo e penso que, aínda que a nosa “cultura da propiedade” está moi arraigada co tempo irá mudando, posto que aínda que hai activos como as vivendas que, en condicións normais poden non perder valor senon incluso gañalo, un vehículo no momento no que o matriculas xa perdeu un 18% do seu valor [5].

E ti que és, máis de vehículo en propiedade, en renting ou quizáis en leasing

Rentingbilizámonos, ti qué opinas?
 
 
José Luis Chouza
 
 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Qué difícil es ser PYME

 

Recientemente una encuesta de la Comisión Europea sobre el acceso a la financiación de las pequeñas y medianas empresas en la UE[1] nos revela que más de un tercio de las empresas encuestadas no consiguen la totalidad de los préstamos bancarios que necesitan. Este estudio también nos muestra que la forma más extendida de financiación es el préstamo y que las exigencias de los bancos para contratarlos han aumentado. Además nos dice que las PYMES sienten cada vez menos confianza en las negociaciones con bancos. En España un 17% de las PYMES tiene problemas de financiación, dato solo superado por Chipre (45%), Grecia (32%), Eslovenia (28%), Lituania (19%) y Croacia e Irlanda (18%).

Sin duda alguna, la financiación es uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan las PYMES y, en un país como España, en el que el tejido empresarial está formando básicamente por éstas supone un grave problema para lograr que nuestra economía termine de recuperarse.
 
Fuente: Small Business Act – España 2012
 
La Unión Europea, con la intención de que esta situación cambie, está llevando a cabo varios proyectos. Algunos son programas como COSME[2], el cual persigue mejorar el acceso de las pymes a la financiación en forma de capital y de deuda a través de intermediarios financieros; mejorar el acceso de las empresas a los mercados; mejorar las condiciones generales para la competitividad y la sostenibilidad de las empresas y en particular las pymes; y promover el emprendimiento.
Otro de los programas que la UE tiene en marcha es Horizonte 2020  para la investigación y la innovación, con el que se trata de minimizar la burocracia y busca crear un mercado único del conocimiento, la investigación y la innovación. La UE ofrece también  programas para asesorar e informar a los pequeños y medianos empresarios acerca de las opciones de las que dispone, otro de los hándicap  a los que se enfrentan, pues en la mayoría de los casos no tienen el suficiente conocimiento acerca de las posibilidades que tienen a la hora de financiarse.
En la UE numerosos organismos están llevando a cabo tareas en el mismo camino. Un ejemplo es el Fondo Europeo de Inversiones. Este organismo tiene como función cubrir a un banco de impagos siendo avalista de sus clientes y promover el capital riesgo, así se facilita y abarata la operación. Actualmente tiene en marcha un proyecto llamado InnovFin[3] con el que se trata de mitigar los problemas de las PYMES que, al carecer de patrimonio que sirva de aval, tienen con demasiada frecuencia la negativa a un plan de financiación. El plan InnovFin comprometerá 10.000 millones en siete años para que fluya el préstamo a pymes innovadoras en Europa y el primer banco que lo pondrá en marcha será Bankinter. Este acuerdo se ha alcanzado a principios del mes de noviembre.
Otra dificultad que se encuentran las PYMES en su actividad es la negociación de los plazos de cobro y pago. Debido a su tamaño suelen tener menor poder de negociación con proveedores y consiguen plazos de pago menores, mientras que sus clientes que en muchas ocasiones son grandes empresas, pueden pagar en plazos muy flexibles, lo que supone una brecha que dificulta la gestión de estas empresas. Estos días se han hecho públicos datos acerca de los plazos de pago de las empresas del Ibex35 en comparación con PYMES[4]. Las empresas del Ibex35 necesitan 169 días para pagar sus facturas, pero en cambio sólo tardan 78 en cobrarlas.
En el punto opuesto están las micropymes, formadas por entre 1 y 9 trabajadores, que tardan una media de 76,7 días en pagar -curiosamente, una cifra muy similar al periodo de cobro de las grandes. La media para las pequeñas empresas -entre 10 y 49 trabajadores- es 80,4 días y 85,9 días para las de tamaño mediano, es decir, de 50 hasta 250 empleados. Antoni Cañete, presidente de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM), denuncia que "estos datos evidencian que algunas de las grandes compañías se financian, en cierta manera, a costa de sus propios proveedores, que son en su mayoría PYMES y autónomos" [5].
Añadido a estas dificultades financieras están la falta de conocimiento acerca de los mercados, de cómo calcular costes, cómo planear la producción adecuadamente o la falta de organización interna. Por ello creo necesario que se ofrezcan servicios de asesoría, así como charlas informativas para concienciar a los empresarios de la importancia que tienen estas cuestiones para el buen funcionamiento de la empresa. Estos problemas han llevado numerosas empresas al fracaso e incluso a situaciones extremas de quiebra y liquidación.
A pesar de estos datos, no todo es negativo y las últimas expectativas de crecimiento para las PYMES han mejorado sustancialmente con respecto al año anterior. Esperamos que con las medidas que se tomen desde gobierno y Europa se pueda ayudarlas y se logre que su situación siga esa tendencia positiva pues creo que esto tendría efecto en la mejora situación de la economía pues las pymes dan trabajo a mucha gente que notarían las mejoras de forma directa, cosa que no se logra con otros programas que lleva a cabo el gobierno y que la mayoría de los hogares españoles no perciben.
Lucía Pampín Pazos  
 

 

viernes, 28 de noviembre de 2014

Hachazo para Twitter

La reciente noticia  de que la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor´s,  calificaba a los bonos de Twitter como “bonos basura”[1], me llamó fuertemente  la atención. Sinceramente,  no me esperaba que le fuesen tan mal las cosas al “pajarillo azul” en la bolsa. Me pareció un tema interesante para la entrada del blog, ya que es un tema de actualidad y además ¿quién de nosotros no ha oído hablar de twitter?

Para indagar un poco más en este tema y entender como la red de microblogging había llegado a esta situación, me puse a recabar la siguiente información:

Primero: ¿Cuándo fue la salida a bolsa de Twitter? Twitter salió a Bolsa el 7 de Noviembre de 2013, hace poco más de 1 año.

Segundo: ¿Cómo fue su salida a bolsa? Nada más y nada menos fue la segunda mejor salida a bolsa en la historia de Internet, por detrás de Facebook y por delante de Google[2].

Tercero: ¿Cuándo empezó a dar señales de que “las cuentas” no le iban bien? Tras presentar sus primeros resultados trimestrales al cierre del ejercicio 2013 con unas pérdidas netas de 645 millones de dólares[3].

Cuarto: ¿Cómo ha sido su evolución en la bolsa desde entonces? Su cotización ha ido descendiendo cada vez más a medida que pasaba el tiempo, llegando S&P a recomendar esta inversión solo para especuladores, debido a la baja rentabilidad de la compañía.

Yo personalmente no veo que su evolución en la bolsa pueda mejorar, al menos, hasta dentro de dos años, ya que tienen muchas pérdidas que compensar y mucho que  invertir tanto en  marketing como en  I+D, a no ser que logren un “incremento descomunal” en su número de usuarios.

Seguiremos expectantes…

Mª Janette Prego Vázquez

[1] Twitter se desploma en bolsa ante la calificación de 'bono basura' de S&P (El Confidencial)
[2] Twitter marca la segunda mejor salida a bolsa en la historia de Internet (El Economista)
[3] Twitter cierra 2013 con 645 millones de dólares de pérdidas netas (ABC Tecnología)



domingo, 23 de noviembre de 2014

Los billetes ya no se llevan

Después de que Suecia anunciara que está planeando dejar de utilizar el dinero en efectivo en los próximos años, en la prensa internacional salieron muchos artículos relacionados con el tema y varios economistas están tratando de explicar cuáles serían las ventajas y las desventajas de dejar de utilizar el dinero en efectivo. De hecho hace dos años David Wolman (periodista de The New York Times, Wall Street Journal), publicó el libro “The end of the money”, en el que cuenta el desarrollo de un experimento que llevó a cabo durante un año, viviendo sin utilizar dinero en efectivo. Wolman reconoce que empezar de repente a vivir sin dinero en efectivo resultó difícil, pero a cabo de un tiempo empezó a verlo hasta cómodo [1].
 



El cambio que Suecia está considerando adoptar se debe a la escasa importancia que tiene el dinero en efectivo en las transacciones monetarias, apenas el 3% de la economía. La idea es ir poco a poco hacia este nuevo sistema sin billetes, cambiando la forma habitual de la gente de hacer las pequeñas compras, como puede ser el billete de bus urbano. De hecho, en la mayoría de las ciudades suecas en los buses urbanos no se acepta cash, los billetes son de prepago (usando tarjeta) o se compran utilizando el móvil. Son cada vez más los negocios que aceptan solo tarjetas de pago, además de algunas sucursales bancarias que han dejado de utilizar los billetes.
 
Aunque Suecia es el primer país en hablar de una sociedad libre de dinero en efectivo, los estudios de la Unión europea demuestran que tan solo el 9% de las transacciones de la zona euro se hacen con dinero en efectivo, en EEUU el porcentaje es aún menor, un 7%. 
 
 
El proceso de transición hacia el dinero electrónico se está desarrollando de una forma natural, porque la gente demanda cada vez más el uso de la tecnología para la gestión de sus finanzas. Según un estudio de la Reserva Federal el 10% de los americanos utiliza la banca online para gestionar sus pagos. El interés está aumentando cada año, debido también a que la mayoría de los bancos ofrecen aplicaciones para móviles, a través de cuales se puede gestionar de una forma fácil y rápida el dinero que uno tiene en su cuenta desde cualquier lugar.
Los defensores de las economías sin dinero en efectivo destacan que imprimir los billetes es un proceso caro que en algunos casos, como en los peniques americanos, cuesta más que el propio valor de la moneda.
 
Además, utilizar dinero en efectivo para los negocios  tiene costes ocultos para el Estado. Es decir, que para los empresarios es más fácil manipular los ingresos generados por el dinero en efectivo que entra en la caja y de esa manera evadir impuestos. Esta es una de las principales razones de querer reducir el uso del dinero en efectivo en Suecia, se argumenta que si no tienes nada que esconder no hay razón para usar efectivo. De lo que se olvidan los defensores de esta idea es que los gobiernos progresivamente dominan y controlan más los datos sobre sus ciudadanos.

Como todo, esta innovadora idea, también tiene sus desventajas. En primer lugar, al dejar de utilizar el dinero en efectivo se concentra mucho poder en las manos de las entidades financieras, ya que tendrán información privilegiada sobre los movimientos de dinero de cada persona, sea esa física o jurídica. Tener esta información puede llevar a muchas actividades especulativas que suprimirán la libertad personal.
 


Aún no existe ninguna forma virtual anónima de pago que garantice la seguridad del consumidor. Es uno de los desafíos que supone suprimir el uso de dinero en efectivo.
Un estudio de la Universidad de California revela que los consumidores que pagan sus compras con tarjetas no perciben realmente la transacción como una pérdida de dinero ya que no ven desaparecer el dinero de sus carteras. Así pues, el uso de dinero electrónico aumentaría las compras compulsivas a la vez que el endeudamiento y la dependencia de las familias de las entidades financieras. Esto, por su parte, aumentaría la desigualdad social y suprimiría la libertad de la sociedad que se verá cada vez más dependiente de las instituciones.
 
El tema de este posible avance en la vida diaria de millones de personas deja muchas preguntas sin responder. La que debemos hacernos todos es si nosotros, los ciudadanos corrientes, confiamos tan ciegamente en las instituciones como para abrirles las puertas a nuestras vidas personales, dejando que sean unos invitados que saben todo sobre nosotros. Tal vez tener vida “fácil” no sea lo más importante, porque cuanto más” fácil” nos la hacen, menos libres seremos. Pensándolo bien, yo no le puedo poner precio a mi libertad…

Tsvetislava P. Ivanova

[2] http://www.bloomberg.com/news/2013-04-10/era-of-paper-money-dies-out-in-sweden-as-virtual-cash-takes-over.html

domingo, 16 de noviembre de 2014

¿Pagar por depositar nuestros ahorros en el banco?

Los efectos de la incesante bajada de los tipos de interés, han provocado que en Alemania ya se haya de pagar por los depósitos a un día, por irracional que parezca.
 
Bajo el punto de vista de las unidades generadoras de déficit (UGD), la constante bajada del tipo de interés por parte del Banco Central Europeo (en adelante BCE), supone una constante alegría. ¿Conoce usted a alguien que tenga una hipoteca “anclada” al Euribor, que no esté dando saltos?

Sin embargo, la otra cara de la moneda no está para tirar cohetes. Las unidades generadoras de superávit (UGS) ya no tienen la rentabilidad que esperaban. Ya no les compensa “retener” su dinero en un banco, para sacarlo al cabo de un tiempo a un 0,050 % anual. No se froten los ojos porque es verdad: un 0,050 % anual, el tipo de interés más bajo que el BCE ha concedido hasta la fecha, el “efecto Draghi” en plena fase de maduración.
http://es.euribor-rates.eu/tipo-de-interes-del-BCE.asp

La decisión de bajar los tipos de interés tomada en la Eurozona, tiene como objetivo la fluidez del crédito, pero sin embargo, no se dan cuenta que le están dando un golpe de gracia al producto de ahorro conservador por excelencia, cuyo declive empezó a comienzos de 2013.

Encarando la recta final de este 2014, sólo seis entidades (la mayoría extranjeras) conservan depósitos con una rentabilidad del 2%, excepciones por cuestiones de marketing, que no tardarán en bajar ese interés. Según los expertos, para mantener esta remuneración, la banca pedirá mucha más vinculación a los clientes, como por ejemplo nóminas, pensiones, seguros…

Pero no todo es de color negro, las remuneraciones más generosas están reservadas para importes elevados. Si usted tiene 100.000 euros, puede invertir en el banco español de origen portugués Banco Finantia Sofinloc, el cual le paga hasta un 2,25 % al invertir esa cantidad en 36 meses, un 2,15 % en 25 meses y a 18 y 14 meses, un 2,10 % y un 2 % respectivamente. Si usted es más de invertir a corto plazo, Openbank e ING han renovado sus depósitos al 2 % TAE a tres meses (al menos hasta este 30 de noviembre).[1]

Pero la pregunta es la siguiente: ¿llegaremos a pagar dinero por un depósito bancario? Puede parecer descabellada la pregunta, a la par que irracional, pero un banco alemán, el Skatbank, ha decidido aplicar tipos de interés negativos a sus depósitos a un día. Según el  profesor de Finanzas de la Universidad Goethe de Fráncfort Andreas Hackethal “en este momento algunas personas en Alemania tienen miedo de invertir mal su dinero, pero esconder la cabeza como el avestruz no es correcto, como en el resto de la vida a veces hay más riesgo y a veces menos”[2]. Otros bancos alemanes penalizan los depósitos e grandes empresas, con lo cual no se puede descartar que esta moda pueda llegar a España.

¿Qué pueden hacer entonces los inversores? En un principio, las PYMES no se verán muy afectadas, puesto que no gozan de una buena liquidez, como para invertir en estos tipos de depósitos. Sin embargo, las grandes empresas y los altos capitales, se verán penalizados si buscan este tipo de inversión, dado que el tipo de interés negativo está pensado para que haya más financiación. Pongamos como ejemplo, usted tiene 500.000 €, los invierte en un fondo a un tipo interés negativo de un 0,2 %. Resultado: La “seguridad” de su dinero tiene un coste de 1000 €.
 
http://es.global-rates.com/tipos-de-interes/bancos-centrales/bancos-centrales.aspx
Para los bancos la cosa cambia. El dinero que las UGS depositan en los fondos, para ganar un interés, es utilizado por las entidades de crédito para formar préstamos a las UGD, ganando de esta forma intereses. Negocio redondo. Cobro dos veces, una por el ahorrador por mantener su dinero “seguro” y otra por el afortunado que se llevo mi préstamo. El dinero fluye, no se queda estancado, pero al final, siempre ganan los mismos.

Pero, ¿qué dice el BCE?  Pues el BCE, dentro de su página web, comenta que con los tipos de interés negativos se “beneficiará a los ahorradores al final porque apoyan el crecimiento, y por lo tanto crean un clima en el que los tipos de interés pueden regresar gradualmente a niveles más altos.”  Como dice el inversor y escritor Simon Black: “Una bonita forma de decir que el camino hacia la prosperidad está amparado en la deuda y el consumo, no en el ahorro.”
 
Así están las cosas, o piensa usted invertir en mercados como el brasileño, el canadiense, el indio o el sudafricano, o usted no va a ganar todo lo que desearía. Ante estas expectativas, los inversores que busquen mayores rentabilidades, tendrán que asumir más riesgos, o bien invertirlo en "ColchonBank", su nuevo banco y cada día el de más gente. Y es que Draghi se convence de que está salvando a Europa del desastre, pero al igual que Don Quiijote, todo el mundo ha tenido que pagar por sus delirios.

 
Iván Torres Peciña


domingo, 9 de noviembre de 2014

LA CARA “B” DE LA ALTA DIRECCIÓN

Los sistemas de retribución de los altos directivos es un tema que siempre ha estado de actualidad y del que los ciudadanos de “a pié” tenemos con información muy dispersa. En las líneas siguientes he querido profundizar en el tema de las tarjetas black que disfrutaban los directivos de Bankia, para que sepamos claramente lo que ha sucedido. En la actual crisis económica, que todos estamos sufriendo creo que es una aberración que los ricos sean cada vez más ricos a costa del contribuyente, que con tanto sacrificio paga sus impuestos.

Las tarjetas “black” son una retribución que han recibido 86 miembros de la dirección y del consejo de Administración de Bankia, a mayores de sus retribuciones y gastos de representación. Nadie, ni la entidad bancaria ni sus beneficiarios, pensaban en declarar los gastos a Hacienda. Las tarjetas negras de Bankia pagaron viajes, reliquias, billetes de metro, clubes, funerales, fiestas, comidas de lujo, retiradas de efectivo en cajero y hasta abonos a los toros. Lujos y más lujos, cuantiosos e inverosímiles. Aunque también hay casos como el del socialista José María de la Riva, que empleó su tarjeta para pagar un impuesto del Ayuntamiento de Madrid, concretamente 54,30 euros de una tasa local.

Y es que los 86 dueños de estas tarjetas “milagrosas” se encuentran  en diversos partidos políticos y sindicatos, concretamente, 27 son del PP, 15 del PSOE, 5 de IU y 11 sindicalistas. Cobraban 1,5 millones de salario y consideraban esta tarjeta como un sobresueldo por derecho, para sus gastos más habituales.
Los 86 directivos han gastado de forma aproximada, entre el año 1999 y 2012 (destacando el periodo 2007-2012, en plena crisis económica) unos 15,5 millones de euros, según la auditoría interna de Bankia. El Consejo de Administración de Caja Madrid, formado por 10 personas,  ganaron sobre 71 millones de euros en 4 años y Miguel Blesa  (último presidente de Caja Madrid) ganó 20 millones de euros en 8 años. Vergonzoso.
La pregunta, después de saber todo esto, es ¿será posible recuperar el dinero? La respuesta es fácil, que cada persona que gastó dinero con estas tarjetas lo devuelva. Pero para colmo, la persona encargada en Caja Madrid de pedir que se devolviese este dinero, era la presidenta de la fundación Carmen Cafranga, que dimitió al salir todo a la luz ya que ella también tenía una tarjeta “black”.
El escándalo estalló en diciembre de 2013, cuando eldiario.es publicó unos correos comprometidos de Miguel Blesa. A continuación, Bankia hizo una investigación interna que fue puesta en conocimiento del Fondo de Reestructuración Bancaria  (su máximo accionista), éste, lo puso en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción y ésta, a su vez, informó al juez Fernando Andreu que es el que instruye el “caso Bankia”. Por ahora Andreu llamó a declarar en calidad de imputados a Miguel Blesa, a Rodrigo Rato que era el máximo jefe de Caja Madrid, y a Ildelfonso Sánchez Barcoi que era el director general de Caja Madrid.
Aunque Rato en su declaración lo afirmó, las tarjetas opacas no estaban destinadas a gastos de representación, ya que sus titulares no tenían la obligación de justificar cada gasto, eran complementos al sueldo que recibían y no tributaban a hacienda.
Un ex consejero de la caja de ahorros declaró que sí eran conscientes de que la tarjeta era algo similar a recibir “sobres”, de hecho tenían dos, una, para gastos de representación donde justificaban todo y la “tarjeta B”.
La Agencia Tributaria anunció que investigará a los directivos de Caja Madrid para conocer la operativa y hacer un seguimiento de los ingresos que lograron, presuntamente de forma no legal. El objetivo es investigar también a las personas físicas que se aprovecharon de estos ingresos. El paso por los tribunales les podría salir casi gratis a estos directivos, ya que mientras ocupaban sus puestos, Bankia suscribió una póliza de seguro de responsabilidad civil, que cubrirá gran parte de lo que cuesten los abogados de prestigio que contraten para defenderse ante los tribunales por su mala gestión.
Menuda paradoja: los bancos a los que saquearon 15,5 millones de euros con sus “visas black” han abonado el dinero que les permite pagar el desembolso necesario para eludir sus responsabilidades. En mi opinión, la culpa del escándalo es no solo de los desvergonzados que usaban las tarjetas sin ningún pudor, sino de aquellos que idearon el sistema que ha hecho posible llegar a esta situación. ¿Y dónde ha quedado la responsabilidad ética de la entidad financiera Bankia?  Una entidad que ha sido rescatada con nuestros impuestos con 22.200 millones para evitar la quiebra, debería mostrar un poco de ética profesional, compromiso y responsabilidad con el ciudadano.
Todo lo dicho se agrava si tenemos en cuenta que Blesa y sus directivos no dudaron en colocar participaciones preferentes entre los pequeños ahorradores que desconocían la complejidad del producto y se arruinaron. Que duro pensar que unos directivos se enriquecieron, a costa de los clientes y de toda la sociedad en general, que está empobrecida a causa de la mayor crisis financiera vivida en España desde la Guerra Civil.

Andrea Presas Blanco

lunes, 3 de noviembre de 2014

Privatizar o no privatizar… esta es la cuestión

Uno de los temas más importantes en el mundo de la política está siendo la conocida privatización de AENA, para buscar financiación externa para esta compañía, causa de muchas polémicas y de intensos debates desde que se conoció la noticia.
Inicialmente, el gobierno declaró la intención de vender el 60% de AENA, con lo que más de la mitad de la compañía estaría en manos privadas, cediendo así el control de esta. Tras la polémica que desató esto, se decidió reducir ese porcentaje a un 49%, de manera que más de la mitad seguirá estando en manos del Estado. Hay quién piensa que este último paso simplemente fue un intento de suavizar la noticia frente a unas elecciones ya cercanas, y que será el primer escalón para ir aumentando la privatización.


En Junio de este año, el Consejo de Ministros daba luz verde a la salida a Bolsa de la compañía, valorándola en 5.000 millones de euros y realizando la operación en dos tramos principales: un 28% se colocaría en Bolsa y el restante 21% en manos de inversores de referencia, siendo su núcleo estable la Corporación Financiera Alba con un 6,5% de participación, Ferrovial con un 8% y el  el fondo británico The Children's Investment Fund con el restante 6,5% de participación. Con una capitalización bursátil de 5.000 millones de euros, según las estimaciones iniciales, AENA entraría en el Ibex 35 como una de las mayores empresas en Bolsa.
A mediados de octubre salía a luz el precio que fijaba AENA para sus acciones, entre 41,5 y 53,5 euros, lo que suponía una valoración de la compañía entre los 6.225 millones y los 8.025 millones de euros, cifra superior a la estimación inicial. Sin duda alguna, el precio final de las acciones y de la compañía será importante, tanto a la hora de la rentabilidad que proporcionará a sus accionistas como de la imagen que el gobierno dará con dicha venta.

En cuanto a la rentabilidad que proporcionará a sus accionistas sabemos que existen dos formas de obtenerla, mediante la distribución de dividendos o obteniendo una plusvalía de capital. Pues bien, la valoración inicial de la compañía será determinante para que los inversores puedan obtener una buena plusvalía de capital. Si el precio definitivo de las acciones estuviera por debajo del rango pagado por los accionistas de referencia, sería una gran oportunidad para acudir a la OPV ya que permitiría una buena revalorización de las acciones. Por el contrario, si se pone un precio de salida muy elevado, es posible que dicha ganancia tarde demasiado tiempo para los accionistas o que incluso el valor de las acciones comience a bajar.
En cuanto a la otra forma de obtener rendimientos de la inversión, el director de AENA anunció que distribuirá el 50% de su beneficio en forma de dividendos. Podemos decir que si tenemos en cuenta una capitalización de 6.000 millones de euros con los 596 millones de euros que obtuvo de beneficio en 2013, la rentabilidad por dividendo sería de 4,96%.

Por otra parte, como el 51% sigue estando en manos del Estado, es posible que muchas de las acciones que se deberían llevar a cabo para aumentar la rentabilidad de la compañía no se lleguen a realizar. En el caso de AENA, sabemos que muchos de los aeropuertos españoles están dando pérdidas que hasta ahora se compensaban con los beneficios de otros como el de Madrid o Barcelona. Si miramos únicamente la rentabilidad de la compañía, es posible que la solución pase por cerrar aquellos aeropuertos que suponen pérdidas para la empresa. Por el contrario, el propio director de la compañía afirmó que dejaría a los tres principales inversores, el núcleo estable de la compañía, participar en la estrategia de la empresa, lo que facilita la implantación de políticas que beneficien la rentabilidad.
Debemos plantearnos si verdaderamente el gobierno tiene la intención de privatizar solamente el 49% de la empresa o si solo rebajó el inicial 60% por motivos electorales. Además, tengo mis dudas de que el beneficio que obtendrá por la venta de la empresa sea capaz de cubrir a largo plazo el beneficio que deja de recibir de esta. También debemos mirar las consecuencias de la posibilidad de  cerrar muchos de nuestros aeropuertos, ya sea por la cantidad de puestos de trabajo que se pierden directa e indirectamente como por la reducción de los medios de transporte entre comunidades autónomas.
Actualmente, la salida a bolsa de AENA está aplazada hasta principios de 2015 debido a un conflicto causado por no haber convocado un concurso público para la elaboración de la carta de conformidad. Mientras se soluciona ese problema, el gobierno sigue decidido en llevar a cabo la privatización y, sin duda, el debate seguirá en boca de todos.

Carlota Vázquez Nieto