sábado, 4 de enero de 2025

MICROCRÉDITO: ITALIA vs ESPAÑA

 Roberta Garlisi, curso 2024-25

El microcrédito ofrece una poderosa herramienta para enfrentar los desafíos económicos y sociales, especialmente en comunidades desfavorecidas. En este post analizaremos la estructura del microcrédito y después, como estudiante italiana, haremos una comparativa sobre su uso en Italia y España.

¿Qué es el microcrédito?

El microcrédito se presta a ser utilizado como un instrumento eficaz de apoyo al empleo en la mayoría de los países europeos, donde el 90% de las actividades empresariales son ejercidas por microempresas que a menudo no tienen acceso a los servicios bancarios tradicionales. Además, el microcrédito ha sido reconocido por la Comisión Europea como un instrumento de política eficaz para combatir la exclusión financiera y social.

En los últimos años, el Fondo Europeo de Inversiones y el Banco Europeo de Inversiones han lanzado una serie de iniciativas para empujar el desarrollo de la microfinanciación en Europa. En los proyectos europeos contra la pobreza y la exclusión social, la microfinanciación se considera un instrumento prioritario para favorecer la inclusión financiera y social. Según un análisis realizado por la European Microfinance Network [7], de 170 operadores de microfinanciación ubicados en 21 países de la Unión Europea, se observa que el microcrédito sigue siendo hoy en día el principal canal donde se concentra la microfinanciación. Es en este contexto que el apoyo de las principales instituciones europeas a través de financiación, garantías y asistencia técnica ha comenzado a perseguir el ambicioso objetivo de hacer de la microfinanciación un verdadero segmento integrado en el sector financiero europeo.

¿Qué pasa en Italia?

En los últimos años el microcrédito en Italia ha experimentado un notable desarrollo, aunque su difusión a gran escala se ha visto desgraciadamente afectada negativamente por problemas de carácter estructural y por críticas que afectan a algunos aspectos fundamentales. Entre ellos, la dificultad para lograr una sostenibilidad, tanto operativa como financiera, la escasa calidad operativa, la capacidad ineficiente de interceptar la demanda y un contexto legislativo desfavorable [1]. No obstante, se puede observar una gran aceleración de la actividad en el último período gracias a la operatividad del Organismo Nacional para el Microcrédito. En los años 2017-2018 las solicitudes han explotado: los fondos correspondientes al primer semestre de 2018 han alcanzado y superado la cantidad de 2017. Esto nos hace entender que en Italia el microcrédito viaja a doble velocidad. De hecho, hoy podemos leer directamente en el web del “Ente nazionale per il microcredito” estas palabras “ Los últimos cambios normativos en el microcrédito empresarial (L.30 diciembre 2021,n.234) aumentó el importe que puede concederse a cada beneficiario a partir del 12 de enero de 2024”[4].

Mientras tanto, ¿qué pasa en España?

En el caso español, desde su creación en 2007, Microbank ha querido especializarse en el mercado de la microfinanciación. De hecho, en el primer año comenzó su actividad con la concesión de una financiación de 64,3 millones de euros, llevando también a España hacia este nuevo método de financiación. Año tras año, estos préstamos han aumentado de manera muy significativa, alcanzando un valor de 641,6 millones de euros en 2022 (muy superior al valor inicial). El tramo de edad más predominante de los que piden este tipo de préstamos suele estar entre los 31 y 40 años y cuentan con unos ingresos mensuales de 1.500 euros, no tiene un estado civil predominante y, en la mitad de los casos, tiene hijos a su cargo. En resumen, durante su actividad, el Microbank ha concedido un número de 744.374 microcréditos por un total de 4.083 millones de euros repartidos entre microcrédito productivo y microcrédito social, generando más de 181.000 nuevos puestos de trabajo [8].

¿Qué comparación podemos hacer entre los dos estados?

Después de haber hecho este análisis , hemos llegado al final de este post, en el que hemos tenido la oportunidad de profundizar en varias cuestiones relacionadas con la difusión del microcrédito en Italia y España, podemos hacer un análisis final con los datos de 10 años (2007-2017) que son los más importantes porque los primeros de este proceso, gracias al análisis de datos: en Italia, desde 2011 hasta el primer semestre de 2018 se han desembolsado 307 millones de euros de financiación relacionada con el microcrédito productivo, generando unos 37.300 nuevos puestos de trabajo. En España, de 2007 a 2017 se han concedido cerca de 4.245 millones de euros de financiación generando unos 210.000 puestos de trabajo [3]. Por lo tanto, este análisis muestra un aumento muy significativo de la financiación en estos dos países durante estos diez años, obteniendo resultados muy positivos en ambos casos, sobre todo desde el punto de vista del empleo.

La principal diferencia que podemos observar se refiere al tamaño de las instituciones que ofrecen microcréditos: en Italia, los principales actores son los bancos pequeños, por ejemplo, los Bancos de Créditos Cooperativos, que financian a las pequeñas y medianas empresas locales, mientras que en España el Microbank opera en todo el territorio nacional, estando presente con una red de 6.000 oficinas. Esto se debe a que en Italia se prefiere tener un enfoque más directo aprovechando el conocimiento del cliente y aprovechando de los datos de créditos sobre la conciencia de los clientes (soft information), a diferencia de España donde esta actividad se realiza principalmente por una institución de gran tamaño o por el Microbank, líder europeo en el sector. Hoy en día podemos decir que tanto las instituciones financieras italianas como las españolas saben implementar con éxito esta nueva forma de financiación. A pesar de los excelentes resultados obtenidos, todavía hay mucho camino por recorrer, especialmente desde el punto de vista de los jóvenes, teniendo en cuenta que la tasa de desempleo en el 2024, en Italia es del 5,8% [6] mientras que en España es del 11,20% [5]. De hecho, el objetivo del microcrédito ya no es solo apoyar a los pobres, sino también en poder reintegrar en el mundo de las finanzas a aquellos sujetos que han sido excluidos de ella o a los que los bancos tradicionales consideran no negociables, aunque activos desde un punto de vista económico, como los trabajadores precarios, los jóvenes desempleados, las micro y pequeñas empresas. [2]

Y en tu opinión, ¿los dos países se están aprovechando al máximo de esta herramienta? ¿quién lo está haciendo mejor?

Bibliografía

[1] ANDREONI A., SASSATELLI M., VICHI G., Nuovi bisogni finanziari: la risposta del microcredito, Mulino, 2013.

[2] BOTTI F., CORSI M., ZACCHIA M., Moneta e credito, Microfinanza in Europa: modelli a confronto, vol. 70 n.278, 2017.

[3] IL SOLE 24 ORE , “IL MICROCREDITO VOLA ALTO CON L’AIUTO DEI TUTOR”; recuperado de: https://www.microcredito.gov.it/comunicazione/news/1284-il-microcredito-sociale-vola-con-l%E2%80%99aiuto-del-tutor.html

[4] ENTE NAZIONALE DEL MICROCREDITO, “COME OTTENERE UN FINANZIAMENTO”; recuperado de: https://www.microcredito.gov.it/finanziamenti.html

[5] “DESEMPLEO DE ESPANA”, recuperado de: https://datosmacro.expansion.com/paro/espana#google_vignette

[6]TRADING ECONOMICS, “TASSO DI DISOCCUPAZIONE IN ITALIA”, recuperado de: https://it.tradingeconomics.com/italy/unemployment-rate#:~:text=Il%20tasso%20di%20disoccupazione%20in,National%20Institute%20of%20Statistics%20(ISTAT)

[7] Tiziana Lang, “ARCHIVIO OPINIONI”, recuperado de: https://rivista.microcredito.gov.it/opinioni/archivio-opinioni/747-microfinanza-in-europa-dove-siamo,-dove-si-va.html

[8] ROSA CARNAJAL, “Microcréditos: un sector que mueve 4.300 millones en Europa”. Recuperado de: https://www.larazon.es/economia/microcreditos-sector-que-mueve-4300-millones-europa_2024012165a9114f014c8a0001d18b29.html